Más tiempo para aprender
Hace ya un tiempo una de mis preocupaciones viene siendo el cómo
ofrecer mayores oportunidades para aprender a nuestros niños y jóvenes fuera de
la escuela, sobretodo en escuelas de
contextos de dificultad. En muchos casos,
en el Perú, la hora de salida es a las
12 y 45, prácticamente al medio día. Y siempre me pregunto, ¿qué hacen después?
¿Podríamos ofrecerles mayores oportunidades de aprendizaje? Cuando pregunto a los jóvenes me dicen que ven televisión
o jugar algún video juego, alguno me dijo que ve toda la tarde MTV. En el
caso de los más pequeños la situación es similar.
¿Cómo hacer para que no se queden rezagados frente a otros
niños y jóvenes pares de la misma edad que están teniendo más oportunidades
para aprender?
Por todo ello me alegra encontrar la publicación del foro realizado por la Fundación Wallace sobre más
tiempo en la escuela titulado:
Reimagining the school day: more time for learning, realizado 16–17 de mayo
del 2011. Me alegra porque veo muchos esfuerzos, y eso me da esperanza.
Me dio gusto revisar diversas iniciativas sobre más tiempo para
aprender, focalizados en chicos de escasos
recursos como son: Las escuelas KIPP, The Fifth Quarter, Tasc (The After School
Corporation), School
of one, el proyecto READS de la univ.
de Harvard, Think Togheter BELL (Building Educated Leaders for Life), Providence After School Alliance (PASA).
El caso se KIPP vale la pena comentarlo aparte, ayuda a
muchos chicos sobretodo afrodescencientes y latinos que son los grupos más
vulnerables en Norteamérica. Es exigente, la hora de entrada es a las 7 y
30 de la mañana y la hora de salida a
las 5:30. Además hay que ir dos sábados al mes de 8 a una de la tarde ¿Duro? Sí,
pero si puede cambiar el futuro,
bienvenido el esfuerzo. A tal punto son
reconocidas que el periodista Malcom
Gladwell le dedica el último capítulo de su bestseller “Fuera de serie”
para demostrar que es posible ofrecer oportunidades a los niños y niñas par aun futuro distinto. Narra un día común de
una niña en una escuela KIPP. Pero lamentablemente KIPP no es administrada por
el estado, es una escuela chárter y no son muchas. Lamentable, porque la
mayoría de escuelas son gestionadas por el estado y allí hay que hacer que las
cosas funcionen bien. También recomiendo
la lectura de su libro (Gladwell, M. (2008). Outliers: The story of success)
Me encanta esta frase: “Partimos de una simple creencia: que todos
los niños pueden lograr la excelencia”. Si los hacedores de política,
docentes, padres de familia y ciudadanos de a pie no tenemos esto claro, poco o
nada que realmente que valga la pena se podrá hacer.
Invito a su lectura y análisis. Si bien analiza el caso de
Estados Unidos, el tema se puede aplicar muy bien a la problemática de muchos
países del mundo.
En síntesis, tenemos que hacer todos los esfuerzos
necesarios para que todos los chicos y chicas, desde la cuna, tengan iguales
oportunidades de tener éxito y de ser felices. Ello requerirá mucha
creatividad, imaginación, inspiración, pasión y puesta en común de esfuerzos de
todos. Y de eso creo que tenemos de sobra.