Despertares y compromisos
El día de ayer domingo 23 de noviembre cerca de 6,000 jóvenes pasaron por la calle donde vivo. Me dio alegría comprobar que a pesar las dosis de aburrimiento y adormecimiento que muchas veces nos inducen por diversos medios, la inquietud del ser humano de comprometerse con algo grande y luchar contra la injusticia es mayor. Me dio alegría ver que un joven común y corriente se puede levantar tempranito un domingo para caminar junto con otros y gritar por la pacificación es signo de que es posible que toda la sociedad se comprometa por un cambio por el país.
Cuántas cosas más podríamos hacer si todos nos sumásemos y marchásemos por las calles. Cuántas cosas más podríamos hacer como humanidad comprometida si cada uno toma su pala y empieza a cavar hombro a hombro. Todo ello es posible porque el ser humano es más grande que sus imperfecciones. Así siempre ha sido y así siempre será.