8 tips para generar sinergías en una comunidad de aprendizaje
La palabra sinergía proviene del griego συνεργία que significa 'cooperación'. Se define puede definir como la acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales. Es decir, que muchos esfuerzos realizados de manera individual no lograrían el efecto de los esfuerzos realizados en cooperación. La educación tiene muchos desafíos y brechas de aprendizajes entre estudiantes, por lo que necesita de muchas sinergías para enfrentar dicha situación.
Una comunidad de aprendizaje es un espacio de cooperación entre docentes que cataliza logros de aprendizaje. En las escuelas que se constituyen en comunidades de aprendizaje los efectos en los logros de aprendizajes son muchos mayores. Esto ocurre gracias a lo que la literatura llama eficacia colectiva.
En los años setenta el psicólogo Albert Bandura descubrió un patrón inusitado mientras observaba el trabajo de equipos docentes (1999). Al parecer existía una relación entre la autoconfianza en los equipos de trabajo y el logro de resultados. La denominó “eficacia colectiva” y la definió como “la creencia compartida grupal de su capacidad conjunta de organizar y ejecutar el curso de acción requerido para producir los niveles dados de logro” (1999, p. 34). Esta es una creencia compartida, un rasgo que impregna la cultura escolar o de la organización que permite tener mejores resultados. Como se sabe, a nivel individual, la creencia que uno tiene sobre el nivel de eficacia en una determinada acción determinará resultados positivos (Bandura, 1995).
Recientemente, los investigadores Donoho, Eells & Hattie (2018) descubrieron que la eficacia colectiva tiene un mayor poder predictivo para mejora de aprendizajes que otras variables como la motivación del estudiante, la involucración de la familia o el status socioeconómico (ver Tabla 1 y figura 1). Como se sabe, en los metanálisis se considera un tamaño del efecto positivo sobre los logros de aprendizaje a partir de 0,4. Los autores afirman que “la eficacia colectiva de los maestros es tres veces más poderosa y predictiva del rendimiento de los estudiantes que el nivel socioeconómico” (2018, p.2).
Figura 1. Factores que influencian el logro de aprendizaje. Tomado de Eelles, Donohoo & Hattie, 2018.
Esto significa que la cooperación e interacción continua con el equipo con fines pedagógicos es capaz de producir resultados inesperados sobre los resultados de aprendizaje de los estudiantes. Es más, este descubrimiento ofrece evidencia para aquellas políticas e iniciativas destinadas a fortalecer el trabajo cooperativo entre docentes.
Como se mencionó la eficacia colectiva es una creencia, es una autopercepción de los equipos docentes de que juntos son capaces de enfrentar retos difíciles. Esta creencia se fortalece con pequeñas victorias. Por victoria se entiende toda aquella visibilización de la asociación entre determinadas acciones o estrategias pedagógicas con datos concretos de mejoras en los estudiantes. Como toda percepción necesita de hechos concretos o mediciones para consolidarse en el imaginario colectivo docente. Es por ello que los equipos docentes deben tener oportunidad de enfrentar en conjunto retos pedagógicos para visibilizar esos resultados.
Para ello es necesario que los directivos junto con sus equipos definan cuál es ese resultado, puesto que la eficacia colectiva puede ser mal utilizada. Por ejemplo, si un equipo docente trabaja en conjunto para mejorar resultados en pruebas de papel y lápiz. En ese caso , a mi parecer, el esfuerzo y la eficacia colectiva serán usados en vano. Los desafíos deben ser enfocarse en el aprendizaje profundo de todos los estudiantes (Barrientos, 2020). Solo entonces esa capacidad colectiva tendrá resultados en lo que realmente importa.
A continuación se presentan algunas recomendaciones para que una comunidad de aprendizaje desarrolle altos niveles de eficacia colectiva:
Define tu foco pedagógico. Nosotros lo hemos llamado el “manifiesto pedagógico”. Las escuelas con mejores aprendizajes son aquellas que tienen un sólido modelo pedagógico. Es decir tienen una teoría clara acerca de qué es el buen aprendizaje y en qué condiciones ocurre. Además, se recomienda elaborar un plan de una página para organizar la vida escolar.
Define y protege los espacios destinados a la colaboración docente. Los espacios de las reuniones colegiadas deben estar calendarizados. En algunos países existen horas de colaboración incluidas en la jornada escolar, en aquellos que no existan se debe de apelar a la motivación intrínseca docente para generar esos espacios. En el nivel de educación primaria en Perú, a veces se aprovecha las horas de educación física para que algunos docentes puedan reunirse para coordinar.
Define una agenda pedagógica clara para los espacios de interacción. Por agenda pedagógica no me refiero al intercambio de sesiones de aprendizaje formales, sino al compartir pedagógico en sí. Se pueden trabajar preguntas como ¿Qué quiero que aprendan los estudiantes? ¿Qué acciones deben de realizar ellos? ¿Cómo sabré si estás acciones generan aprendizajes?
Crea un lenguaje de eficacia colectiva. Los líderes pedagógico son capaces de crear un lenguaje común de eficacia colectiva. Es decir, crear una cultura de trabajo colaborativo en función a resultados. Un lenguaje que no refleja la eficacia colectiva muestra una actitud de indefensión aprendida y/o un énfasis en el cumplimiento. En cambio el lenguaje de la eficacia enfatiza el aprendizaje de los estudiantes, cree en los estudiantes, evidencia en relación con el impacto de la enseñanza y la investigación colaborativa. A continuación se muestra un ejemplo de frases que reflejan las dos mentalidades tomado del departamento de educación de Victoria (Australia) .
Mediciones de impacto en aprendizajes. “es esencial ayudar a los educadores a establecer el vínculo entre sus acciones colectivas y los resultados de los estudiantes… para que los docentes comprendan que los factores detrás del progreso de los estudiantes están dentro de su esfera colectiva de influencia” (p. 3). La eficacia colectiva no florecerá sin data clara y específica.
Da y recibe retroalimentación. La clave para el desarrollo de nuevos aprendizajes en los docentes es tener acceso a información clara y precisa sobre su práctica en aula. Es por ello que los directores facilitan la retroalimentación entre docentes a partir de información sobre su práctica. De manera directa, haciendo que se realicen observaciones y trabajos con estudiantes entre pares o, de manera indirecta, haciendo que revisen sus ideaciones o planificación de aprendizajes, o simplemente haciendo que expongan sus ideas o sustentando sus diseños de experiencias de aprendizaje frente a sus colegas. Para que se pueda realizar la retroalimentación sincera es necesario generar un ambiente y cultura de confianza para poder decir lo que se piensa. Una comunidad de aprendizaje sin confianza no es tal.
Pequeñas ganancias. La mejor manera de ir desarrollando esa percepción positiva sobre los logros grupales es definir pequeñas ganancias por mes o trimestre con indicadores claros para vivenciar los logros reales del equipo docente. Una acción concreta puede ser la identificación de estudiantes con algún tipo de necesidad, un rezago con un tema específico y enfocar los esfuerzos en el aprendizaje de estos estudiantes con una medición clara de inicio y cierre para mostrar que en equipo es posible lograrlo.
Evalúa el aprendizaje en comunidad. Cada tres meses evalúa la dinámica de las reuniones colaborativas así como el cumplimiento de acuerdos para ver si es necesario modificar la dinámica de la misma . Realiza en equipo la autoevaluación con las siguientes preguntas ¿Qué funcionó y qué no en las reuniones de equipo? ¿Qué dificultades tuvimos? ¿Qué podemos hacer para mejorar las interacciones en los siguientes trimestres? ¿Cómo sabremos si estamos mejorando?
Referencias
Bandura, A. (1995). Self-efficacy in changing societies. Cambridge University Press.
Bandura, Albert, Freeman, W. H., & Lightsey, R. (1999). Self-efficacy: The exercise of control. Journal of Cognitive Psychotherapy, 13(2), 158–166.
Barrientos, R. (2020). 9 maneras de matar una competencia. Educaccion, 57. https://www.educaccionperu.org/9-maneras-de-matar-una-competencia/
Donohoo, J., Hattie, J., & Eells, R. (2018). El power of collective efficacy. Educational Leadership. https://www.ascd.org/el/articles/the-power-of-collective-efficacy
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